domingo, 3 de octubre de 2004

"La apariencia no es sincera"

Hoy una chica muy hermosa me ha sonreído. Me pregunto por qué a veces no podemos evitar rendirnos a la belleza. Seguramente esa chica no tenga nada en común conmigo, ni pueda hacerme feliz, y sin embargo su imagen (su mirada y su sonrisa) ha provocado fugazmente en mí esa sensación de debilidad repentina, como si hubiera podido penetrar sin dificultad en mi armadura y adueñarse de mi alma.

Me pregunto esto porque cuando amé de verdad el motivo no fue la belleza. ¿Por qué me afecta entonces? Lo lógico sería que no tuviera poder sobre nosotros la apariencia de los demás, pero supongo que las sensaciones están más ligadas a la biología que a la razón... por eso a veces nos centramos más en el aspecto de una persona que en su capacidad para hacernos felices. Seguramente sea estúpido, pero con frecuencia inevitable.

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