jueves, 14 de junio de 2007

Los cantos de batalla

Cada cierto tiempo surge una idea que se expresa en forma de música. generalmente es una búsqueda de identidad de la juventud de una época, pero hay algunos raros ejemplos que trascienden las épocas.

Son los cantos de batalla.

Una de las grandes paradojas del camino del conocimiento es que tantos y tantos hombres y mujeres de poca fe, piensen en solamente poner la otra mejilla. Pueden llegar a citar a Jesús el cristo, como ejemplo, olvidando los mercaderes del templo.

El otro extremo es demasiado conocido. Hombres que a los 18 años son solo gallitos y siguen siendo lo mismo, bravuconear de peleas o experiencia de la vida real que nunca han tenido ni tendrán. Otros elegimos pelear realmente las batallas, que primero son contra uno mismo, y después de un tiempo de prueba, contra un adversario que siente que lo es, y al final, contra adversarios reales, y no necesariamente de carne y hueso. La música de las épocas solo nos ayuda en las batallas contra uno mismo. La música que se vuelve inmortal es aquella que es realmente un grito de guerra, capaz de inspirar a otros al combate pero con plena conciencia; no bajo engaños.

miércoles, 13 de junio de 2007

Cita

El camino rojo, la canción de la sangre esta ligado con la sabiduría solar. No porque el Sol salga todos los días es accesible o esta amaestrado. Lo único que hace el sol es cumplir su deber , pero siempre con su propio nombre.

El Pantaclo

El Pantaclo

El talismán toca en esto al pantaclo , la forma más evolucionada de talismán, verdadera “obra de arte” que ha creado la ciencia talismánica, o pantacular. El árabe que escribe tal o cual fragmento del Corán para protegerse en un viaje, fabrica un talismán, el doctor musulmán que parte del valor numérico de las letras árabes para construir cuadrados mágicos, que los reproduce en sobre sustancias en concordancia astrológica, que los santifica en los días y horas planetarias favorables, realiza un pantaclo.

Interviene en efecto un elemento, perceptible ya en el talismán, que es la astrología o ciencia de las influencias de las fuerzas celestes. El pantaclo se convierte en un “emisor fluídico”, un “cielo radiante”; no se contenta con proteger como el amuleto, él irradia la “cosa santa”. Como el talismán. Pero a la vez que este último actúa per se porque contiene una sustancia sagrada (textos, letras, objetos) o analógicamente favorable, el pantaclo actúa de acuerdo con los poderes del Cosmos. Es esencialmente activo; es un emisor de energía fluídica que va de la simple “Mano de Gloria”, muy utilizada en la Magia Ceremonial de la Edad Media, hasta el Gran Pantaclo Dinamizador, microcosmos lapidario o metálico, verdadero cielo planetario radiante por él mismo de acuerdo con las vibraciones misteriosas del Universo.

El amuleto, y a menudo el talismán, no son más que pantaclos pasivos, ante todo polarizadores fluídicos, acumuladores secundarios, atractivos que actúan según el principio de las similitudes y la analogía, son pantaclos de las “firmas”, las “plegarias materializadas” de las medallas cristianas, las filacterias hebreas.

Un pantaclo(1) tal requiere condiciones materiales de fabricación y también condiciones morales.
Stanislas de Guaita cita (2) Etteila quien escribe sobre los talismanes: “Para que un talismán sea eficaz, es decir, para que conduzca a o proteja de aquello para lo que se ha hecho, es necesario que los deseos del demandante estén en su esfera, y que estos deseos sean legítimos, y que no tengan nada contra la ciencia y la sabiduría. Un talismán es un hueco que recibe las puras influencias de los astros, como el molde recibe la cera que el figurista retira; que estas influencias se vuelven hacia aquel para el que está hecho el talismán”... Esto pertenece más a la teurgia que a la magia operativa, y así se comprende el interés que llevó a los doctores Gnósticos, a los rabinos Cabalistas, a formulas, imágenes, figuras que se convirtieron en verdaderas formulas simbólicas, verdaderas ecuaciones metafísicas.

Si sabemos que el amuleto o fetiche primitivos se encuentran siempre y en cualquier lugar en las sociedades primitivas, el talismán, aunque más especializado, es igualmente universal.

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NOTAS:
(1) Y no pentaclo, como indica el Larousse. Que cree que esta palabra deriva de penta, cinco, en identificación con el pentagrama o estrella de cinco puntas, muy frecuente en los pantaclos. Esta palabra deriva del griego “pan”, todo, y proviene de la idea de un objeto que contiene “todo”, y encierra la Totalidad, síntesis del macrocosmos.
(2) Clé de la Magie Noire.

El Talismán

El Talismán

(...) tomaremos el amuleto en su estado de evolución más elevado: el talismán.
Esta palabra tiene un origen incierto: lo encontramos entre los árabes bajo la forma de tilasm y tillasm (plural: talâsim, tilâsmat y tilassamât). Los árabes lo toman de los griegos : Telesma, que significa “objeto consagrado”. El origen común parece ser hebraico, de tselem, “imagen”.

El talismán, por definición, tiene un objetivo determinado, preciso, y sobretodo hace intervenir un elemento que no tiene el fetiche. Este último es, ante todo, natural: cabeza humana, espinas de pez, huesos animales, piedras, muñecas totémicas, dientes, plumas, piel, escamas, conchas, etc. El fetiche neutraliza los fluidos nocivos por medio de su presencia, eso es todo. ¿Por qué? ¿Cómo? Nadie lo sabe, ni siquiera el hombre medicina; causas tal vez médicas, tal vez simbólicas, tal vez totémicas, ellas han sido olvidadas en el transcurso del tiempo.

El talismán es, desde este punto de vista, artificial. Incluso si es un objeto natural, la influencia que se le atribuye es en función de un razonamiento tal vez lógico, siempre simbólico y analógico; el girasol será una planta de sol porque gira hacia él; el rubí será una piedra de Marte porque es rojo como la sangre y el fuego. La analogía es, tal vez, pueril, ridícula, poco importa; proviene de fuentes profundas, justamente pre-lógicas, en las que las relaciones entre las cosas no son exactamente las mismas que en las sociedades más evolucionadas.

El talismán es por tanto un objeto “científico”; está sujeto a leyes, a correspondencias, a una fabricación. Por esto mismo se especializa; no protege ya, como el fetiche, contra todo lo que es malo, sino contra tal o cual influencia, en tal o cual caso. El amuleto defiende simplemente la cabaña; el talismán protegerá bien contra los insectos, bien contra los brujos, bien contra los malos genios, bien contra tal o cual enemigo. Siendo una técnica más evolucionada, se especializa.

El Amuleto

El Amuleto

El amuleto viene del latín amuletum que Plinio emplea para designar un objeto que preserva a las personas de las enfermedades, que es una sustancia médica y que actúa directa o indirectamente. Hay siempre un sentido profiláctico en esta palabra, profilaxis médica y profilaxis mágica, puesto que durante largo tiempo maleficio significa enfermedad.

El amuleto a menudo toma su sustancia del mundo animal o vegetal: elefante, escarabajo, hoja, etc… En este mismo sentido, pero de valor inferior, entrarían los fetiches(1) (...) cuyo rol de protección es análogo. El fetiche negro, australiano o indio, se compone bien de polvo, hierbas secas, partes de cuerpos de animales a los que se atribuye una virtud de protección por tradición o encantamiento, bien por una grosera figuración en madera, tierra o metal de un dios protector de la tribu o de la región. (...)

Es ciertamente imposible separar la magia de la profilaxis médica en la mentalidad primitiva. La suerte, la enfermedad, la medicina, el brujo, pertenecen a un mismo plano; la muerte es un maleficio que ha triunfado. Los Bassoutos emplean una misma palabra para expresar la enfermedad y la muerte; para decir que les duele la cabeza, ellos dicen que son devorados por la cabeza; la idea expresa algo malvado que los roe. La enfermedad, la muerte, son encantamientos.

(...) Tal vez parezca útil, de cara a la claridad de exposición, separar los amuletos propiamente dichos, cuya función es proteger contra la desgracia o descartar una influencia maligna, de los hechizos (medicinas) que procuran una cierta ventaja, o de manera general suerte y dicha. De hecho, esta distinción es difícil de mantener. Los observadores cuyos escritos son nuestra única fuente de información a menudo no han pensado en ello, o no lo observan rigurosamente. La mayoría dan a la palabra amuleto un sentido muy elástico, tan pronto muy estrecho, designando propiamente una protección, como muy amplio expresando indiferentemente ya una defensa, ya una ayuda positiva para lograr un objetivo determinado, o para ser feliz, de una manera general….

Y L.Lévy-Bruhl añade que “el primitivo está inclinado a no distinguir entre la gracia y la ausencia de desgracia, desde lo cual el tema a tratar no está estrictamente definido”.

Mediante el amuleto, el doctor, el hombre medicina, opone la fuerza mística de este rito figurado a la fuerza mística del otro rito maléfico conocido o desconocido. “Los amuletos, al menos en su origen, son vehículos de fuerzas místicas que provienen del mundo sobrenatural”.

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NOTAS:
(1) Esta palabra viene del portugués fetiço, "hecho a mano", o faticeira, bruja.
[ N.T. : Comparable en cualquier caso con hechizo y hechicera en español, y fetilleria y fetillera del catalán ].

Amuletos, Talismanes y Pantáculos

Amuletos, Talismanes y Pantáculos

En una obra sobre la historia de la Brujería, aparecida recientemente, se podía leer: “Los dioses han muerto, pero los talismanes han permanecido. Han sobrevivido a todas las formas de incredulidad y, por ello, han demostrado que su vitalidad es eterna. Aquel que en la velocidad de su auto o de su avión cree que marcha hacia la muerte como ante un negro abismo en el que será absorbido y perderá así cualquier retazo de su personalidad cuelga una muñeca en su vehículo, tal como los patriarcas de Israel o de Asur colgaban los téraphim en las pieles de sus tiendas… la humanidad muestra así su debilidad, y el talismán su fuerza, y la virtud oculta de este último se manifiesta en el hecho de que los hombres no han podido liberarse de él. (1)”

Extraño destino, en efecto, el de estos pequeños objetos, estos signos, estas formulas, estas palabras sagradas, estas piedras gravadas que cruzan las edades, conservando un poder misterioso que resiste a las excomunicaciones religiosas y a las burlas de la incredulidad…

(...) El amuleto y la técnica de su fabricación ofrecen un curioso ejemplo de estos complejos mentales que, surgidos de las civilizaciones primitivas, de esas épocas lejanas en las que el fenómeno mágico jugaba un rol primordial, han permanecido intactos y vivos en los subconscientes para reaparecer bruscamente entre los seres pertenecientes a civilizaciones muy evolucionadas. Es suficiente un hecho importante: una guerra, peligro de muerte en coche o en avión, competición deportiva, apuestas de lotería y de juego, para que el viejo fondo mágico se imponga mucho más brutalmente de lo que se sospecha.

De todas formas, el estudio de las diversas tradiciones sobre amuletos y talismanes entra ahora en los cuadros de conocimiento del hombre. Ante un fenómeno tan universal, se toca, en realidad, uno de los resortes más profundos del ser humano (…) el amuleto, el talismán se hallan en todas partes, siempre, en todos los lugares, en todos los tiempos; ninguna forma religiosa, ninguna civilización, ninguna sociedad está exenta de ellos.

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Notas:
(1) Grillot de Givry, Le Musée des Sorciers, Mages et Alchimistes, Paris,1929.

domingo, 10 de junio de 2007

Oma y Opa en Puebla capital

La Madre de mi Madre es Alemana. En Alemania "Abuela" se dice "Oma", "Abuelo" se dice "Opa". Por estas dos razones a la Madre de mi Madre, o dígase también a mi Abuela Materna le digo Oma y a su esposo le llamo Opa.

Bueno... Pues desde el día de ayer hasta el próximo martes, mis Opas (Plural para "Abuelos") llegaron a la Ciudad de Puebla, como primera etapa de su tradicional viaje en auto para sus vacaciones. Mi Opa es administrador de un condominio en Acapulco, y es justamente por estas fechas que tiene la temporada mas baja de residentes.

Impresionantemente, aun cuando ambos habitan desde hace un par de años en el séptimo piso de la edificación que es la vida. Entre ambos, han logrado día a día, consumir mi tiempo y mis fuerzas hasta que me doy cuenta que es de noche y estoy exhausto, que solamente quiero tirarme en mi cama, taparme y morir hasta el día siguiente.

domingo, 3 de junio de 2007

El árbol de la plaza

El árbol de la plaza
Vicentico

El árbol de la plaza del barrio viejo no crece más
Se ha quedado quietito todo pelado por qué será
La tierra está tan seca en cualquier momento se va a quebrar
Pareciera que el cielo se fue olvidando cómo llorar

Hay que llamar a la tormenta a ver si llueve
Para salvar al arbolito que se muere

Si es que está en nuestras manos traer las nubes y hacer llover
Y vuelvan a la vida todas las hojas que hay por crecer
Bailen toda la noche que acá tocamos hasta amanecer
Que siento el aguacero venir llegando a calmar la sed

Hay que llamar a la tormenta a ver si llueve
Para salvar al arbolito que se muere

Llueve, llueve y nadie se mueve
Si el agua moja la plaza
La muerte se vuelve a su casa
Llueve, llueve y nadie se mueve
Que si no se lloran las penas
Se convierten en condena
Llueve, llueve y nadie se mueve

El árbol de la plaza del barrio viejo no crece más
Se ha quedado quietito todo pelado por qué será
La tierra está tan seca en cualquier momento se va a quebrar
Pareciera que el cielo se fue olvidando cómo llorar

Hay que llamar a la tormenta a ver si llueve
Para salvar al arbolito que se muere

Llueve, llueve y nadie se mueve
Si el agua moja la plaza
La muerte se vuelve a su casa
Llueve, llueve y nadie se mueve
Si no se lloran las penas
Se convierten en condena
Llueve, llueve y nadie se mueve

Y si después de la lluvia sale la luna
Y la tierra iluminada
Abra un sendero para seguir
Andemos como soldados por el camino que el árbol vuelve a vivir
Que el árbol vuelve a vivir

Llueve, llueve y nadie se mueve
Llueve, llueve y nadie se mueve
Que el agua moje la plaza
Así la muerte se atrasa
Llueve, llueve y nadie se mueve
Que si no se lloran las penas
Se convierten en condena
Llueve, llueve y nadie se mueve
Que baile la gente que baile en la plaza
Así la muerte se atrasa
Llueve, llueve y nadie se mueve
Ahora ya siento llegar la tormenta
Así que la banda apriete con fuerza
Llueve, llueve y nadie se mueve
Que baile la gente que baile en la plaza
Así la muerte se atrasa
Llueve, llueve y nadie se mueve.