Me pregunto cómo es posible estar a la vez tan cerca y tan lejos de alguien. Hay momentos en los que siento que nos rozamos el uno al otro, que sólo hay que moverse un centímetro para el abrazo. Otras veces ella me parece inalcanzable, como hoy.
Es duro estar a un par de minutos y no poder verla, estar tan cerca de ella y no poder intentarlo, pero no voy a darme por vencido. Esto no ha hecho más que empezar, y queda el trecho más difícil. Queda romper su miedo, y eso no puedo hacerlo yo.
Lo único que puedo hacer es esperar a que su corazón la despierte. Y no tengo ninguna prisa, esperaré.
1 comentario:
Nah. Yo digo que no hay que clavarse cuando no eres correspondido como te gusta, a menos claro que te diviertas en el proceso, o seas un masoquista consciente.
Si no, ps hay que dejar fluir las cosas y buscar planes B.
Publicar un comentario