Me acabo de levantar de mi siesta.
Me despierto y mi hermana ya ha dispuesto cuales son mis quehaceres a realizar en la casa. Mis primos políticos los Cadena, que hasta ayer vivían en el departamento que esta sobre el mío, se acaban de mudar una cuadra mas lejos, alegando de la falta de agua y el horrible aspecto de su departamento hacían el vivir ahí, infrahumano.
Desde que estos (los hermanos Cadena, un el y una ella) hablaron de cambiarse, mi querida hermanita le hecho el ojo al refrigerador de su casa, pues venia con el departamento y es considerablemente mas nuevo que el que nosotros tenemos. Nuestro refrigerador muy viejo, no enfría bien y consume ingentes cantidades de energía eléctrica.
Por estos argumentos, más el plus que la belleza artística de un electrodoméstico en óptimas condiciones puede agregar decidimos hacer un intercambio de frigoríferos entres departamentos, nosotros subimos el refrigerador viejo y pesado al departamento vació donde solían vivir mis primos y de ahí bajamos el refrigerador nuevo y liviano.
Para realizar esta difícil y arriesgada tarea, contamos con la siempre solicita asistencia de nuestro vecino Erick, que por profesión a escogido la arquitectura pero el servir como chalán de cargador le viene en la sangre. Así como de un amigo de mi hermana de la infancia mejor conocido como Valverde, que al pasar mas tiempo en este departamento que en su casa ya es de la familia.
Como ya estábamos por ahí, nuevamente mi hermana, no tenía base para su cama, dormía sobre un colchón en el piso, cada tres días la muy ingrata cambiaba todo su juego de camas, pero el hecho de estar tan abajo no le gustaba del todo, por lo cual de la habitación que otrora usara Aurora se extrajo la cama y el colchón matrimonial que ahí se encontraba.
Estos dos (base y colchón) los volamos por el barandal de piso a piso, aun que desde mi perspectiva que es la de arriba, fue una tarea mas hilarante que pesada, aunque no puedo decir lo mismo de Erick y Valverde que se encontraban recibiendo lo que yo les mandaba.
Me despierto y mi hermana ya ha dispuesto cuales son mis quehaceres a realizar en la casa. Mis primos políticos los Cadena, que hasta ayer vivían en el departamento que esta sobre el mío, se acaban de mudar una cuadra mas lejos, alegando de la falta de agua y el horrible aspecto de su departamento hacían el vivir ahí, infrahumano.
Desde que estos (los hermanos Cadena, un el y una ella) hablaron de cambiarse, mi querida hermanita le hecho el ojo al refrigerador de su casa, pues venia con el departamento y es considerablemente mas nuevo que el que nosotros tenemos. Nuestro refrigerador muy viejo, no enfría bien y consume ingentes cantidades de energía eléctrica.
Por estos argumentos, más el plus que la belleza artística de un electrodoméstico en óptimas condiciones puede agregar decidimos hacer un intercambio de frigoríferos entres departamentos, nosotros subimos el refrigerador viejo y pesado al departamento vació donde solían vivir mis primos y de ahí bajamos el refrigerador nuevo y liviano.
Para realizar esta difícil y arriesgada tarea, contamos con la siempre solicita asistencia de nuestro vecino Erick, que por profesión a escogido la arquitectura pero el servir como chalán de cargador le viene en la sangre. Así como de un amigo de mi hermana de la infancia mejor conocido como Valverde, que al pasar mas tiempo en este departamento que en su casa ya es de la familia.
Como ya estábamos por ahí, nuevamente mi hermana, no tenía base para su cama, dormía sobre un colchón en el piso, cada tres días la muy ingrata cambiaba todo su juego de camas, pero el hecho de estar tan abajo no le gustaba del todo, por lo cual de la habitación que otrora usara Aurora se extrajo la cama y el colchón matrimonial que ahí se encontraba.
Estos dos (base y colchón) los volamos por el barandal de piso a piso, aun que desde mi perspectiva que es la de arriba, fue una tarea mas hilarante que pesada, aunque no puedo decir lo mismo de Erick y Valverde que se encontraban recibiendo lo que yo les mandaba.
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