lunes, 29 de mayo de 2006

Lo que esa noche había soñado

En verdad, no puedo tener certeza de cuando fue la última vez que al despertar, recordé que es lo que esa noche había soñado. Después de este tiempo incierto, pero que a la espera se me antoja infinito, hoy recuerdo que es lo que soñé.

Estábamos las tres hermanas de Carlos y yo, (por alguna razón este no fue requerido por el hada de los sueños para que hiciera acto de presencia en el mío), en lo que pareciera un centro de convenciones, colosalmente grande y colmado hasta el absurdo de exposiciones pictóricas, muestras de diferentes tipos de arte, puestas en escena de un sinnúmero de representaciones. Con esta ambientación se desarrolla mi sueño. Las tres niñas y yo mismo corríamos de un lugar a otro, buscando a alguien al parecer, un hombre no identificado, que con desesperación las hermanas de uno de mis mejores amigos deseaban encontrar, ya que este pareció o muy anciano o senil por esta razón sin dilatación la escoltaba, buscando sin saber a quien buscaba a este hombre.

Así llevábamos un buen rato siempre a la saga de este hombre, siempre un paso después. Cuando las tres niñas se detienen sobre un escalón, colocándose mas arriba del nivel en el que yo me encontraba, a observar lo que detrás de mi se desarrollaba en un inmenso auditorio, tal vez esto fuese una opera ligera o teatro clásico. Puede que fuese la luz, puede que fuese la música, pero la hermana que no es ni la más chica ni la más grande se me revelo ante mis ojos como el ser más puro, y bello que el mundo jamás haya concebido.

Entonces la llame silenciosamente y cuando esta estuvo lo suficientemente cerca de mi, tomándola por la nuca la atraje hasta que sus labio rozaron los míos y con vivo arrebato robándole un beso, aquel momento se perpetuo en mi memoria por todos los tiempos. Aun con esto, cabe hacer la aclaración que el beso no fue particularmente fabuloso, pues esta se mostró poco ducha y usando en exceso los dientes, que como todo el que haya tenido la suerte de besar antes es más bien poco recomendable.

Las hermanas que la rodeaban, mas que espantarse se alegraron ante mi inesperado y sorpresiva explosión de valentía, pues aunque largo tiempo lo deseara no fue hasta entonces que el valor necesario para tal hazaña se acumulo en mi ser. Después de esto las corretearías continuaron y al final hayamos al tan buscado anciano, muchos besos mas vinieron y con ellos la técnica fue mejorando hasta que el ultimo se torno en una suave caricia como si los Ángeles rozaran mis labios con sus plumíferas alas.

Poco después desperté y a la aludida le conté mi sueño.
Desgraciadamente no pareció particularmente interesada.

3 comentarios:

Sandralucia dijo...

Y el hermano que dijo? jajaja le molesto el beso o que no lo hayas invitado al sueño?

Unknown dijo...

Oraaaa, como dirian los miembos del a familia Gómez Villerias.

Pues elbeso no me molesto en lo mas minimo, pero para el proximo sueño...

Puedo adquirir mi boleto en Ticketmaster???

Don Garbanaldo dijo...

Pues igual y podria la proxima vez antes de dormir concentrarme en tu y en tu hna. Pero... esto... ¿Para que quieres estar en medio de la accion?