martes, 9 de mayo de 2006

Irrealidad

Irrealidad

Me enamoré de un niña sin nombre. Me hace feliz así, de lejos. Sin historia y sin complicaciones. De lejos. Y de cerca, urge el diván y una vida de verdad. Lo digo así, lo sé, pero igual vuelvo a repetir que me enamoré. Y miran de reojo y saben que no miento. Que a esta edad preferimos eso y no un revolcón proporcionándonos mal sexo. Perfiero la seguridad irreal del amor platónico a la triste inseguridad de la realidad patética de la compañía absurda. Perrito de paseo, compañía de domingo a la tarde. Me aburro a morir. Prefiero depositar en aquella niña anónimo que miro de lejos los deseos furtivos y las noches solitarias de colchón completo. La virilidad fingida. El machismo demodé. La compañìa vacía. Quiero esa que no sé cómo se llama y que me hace feliz con sólo mirarla.

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