lunes, 6 de septiembre de 2004

Yo algo se…

Puede que justamente ahora, sea el peor momento para decirte esto, pero el no revelarte aquello que me inflama el alma y me tortura por dentro, es un martirio que sobrepasa y por mucho a lo que mis débiles fuerzas pueden soportar.

Es algo que yo así lo necesito.

Hoy.
Hoy yo vengo ante ti, para ofrecerte mi cuerpo, mi alma, mi todo…
Hoy te ofrezco mi existencia entera, hoy te entrego todo lo que soy, fui o seré, todo menos mi corazón. Pues este ya hace mucho que no me pertenece.

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