jueves, 16 de septiembre de 2004

Postalberto se enamora.

Pero que cosa mas extraña… ¿En que clase de mundo extraño y bizarro había terminado? ¿Qué era aquello que a Él le estaba pasado? En toda su vida no había creído que aquello fuera posible.

En aquel momento, uno hacia mucho que había dejado de creer en la existencia de Santa Clos, en La Coneja de Pascua, o en la omnisciencia paternal… así como en toda aquella clase de tonterías, que durante buena parte de la pubertad, tanto y tantos se habían esforzado por hablarnos acerca del amor eterno. Que nos decían, era el ideal a alcanzar.

La vida actualmente, era solo sexo, infidelidad y divorcios. Estar locamente enamorado, era algo que ni siquiera consideraba posible, una perspectiva imposible y distante que solo aparecía aquí y allá, en los cuentos de hadas.

¿Pero el amor a primera vista, oler, tocar? ¿Para el? ¿Qué se había hecho de aquel cinismo cuidadosamente fomentado?

No hay comentarios.: