martes, 1 de junio de 2004

- ¡Dios, es gay! -Dijo sin más-

Hoy, (Algo bastante raro en mí), dormí la siesta.
Dormí la siesta y fue una de las experiencias más bizarras, heréticas y perversas que he tenido jamás, pero esto no es lo mas perturbador de todo, lo que en verdad me mantiene al filo de la silla es la increíble claridad con la que recuerdo todo.

¿Podría ser una revelación divina, una llamada para compartir mi visión?
O bien…
¿Podría ser una tentación del malvado y siempre deforme Memnoch, el diablo?

Mi sueño comienza en una habitación de tamaño promedio, de techos muy altos y en una pesada penumbra, que dejaba a merced de los poderes de la imaginación (o a los más profundos terrores congénitos) lo que pudiera o no estar pululando a nuestro alrededor. Sin embargo a esto, a lo lejos se adivinaban unas paredes lisas, tal vez tapizadas, de un fuerte color vino.

Estaba sentado en una silla de metal que, aunque dura y fría, tenia un diseño ergonómico que amoldaba a mi cuerpo como pieza hecha a la medida, por lo cual no resultada del todo incomoda. Lo que tenia inmediatamente frente a mi, era una mesa de metal, de buena calidad, con un diseño practico y moderno, muy pulida y de un color cromo.

Verdad es, que no me encontraba solo en aquella habitación. Mas allá de la mesa que tenia frente a mi, sobre una silla idéntica a la mía, se encontraba un hombre, que rozaría los 53 años de edad; de porte digno, intelectual; con una marcada ascendencia española; alto; robusto; con cabello ondulado y una espesa barba, totalmente cano; ojos azul celeste y tez aceitunada.

En el momento en el que repare en su presencia, aquel hombre comenzó a hablarme como si me conociera de años. Sobre una nueva y fascinante revelación, con la que había dado después de dedicar por completo su vida a los más oscuros campos de la Teología Clásica.

- ¡Dios, es gay! -Dijo sin más-

Como podrán imaginar, quede impactado, sin poder hacer usa de la palabra. Lo cual a aquel hombre no pareció afectarle en lo mas mínimo, pues continua con su monologo herético-teológico, con aquel tono tan suyo, claro y suave, que te invita a poner atención y estar de acuerdo en cuento dice.

- Pues si… Dios es homosexual. Mucho, mucho antes de que nuestro Creador diera forma al mundo a partir de la nada, tan solo existía eso mismo, la Nada, la ausencia de TODO. Partiendo del postulado básico de que Dios es Amor, entonces el sentimiento “amor” debe de ser tan viejo como él.
- Él era el único que podía dar y recibir amor. Así… por consiguiente, la primera cosa que Dios amo es a él mismo. Creando el egocentrismo en su más pura expresión. ¿Como amar a los demás sino existe nadie mas?
- Invariablemente tuvo que llegar el momento en el que, aquel amor que por si mismo sentía, haya sido tan grande, que tuvo la imperativa necesidad de compartirlo con alguien más.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra, la tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas y dijo Dios:
- Sea la luz; y fue la luz.
Dios vio que la luz era buena y separó Dios la luz de las tinieblas. Dios llamó a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche y fue la tarde y la mañana un día. Luego dijo Dios:
- Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
E hizo Dios la expansión, separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión y fue así. Dios llamó a la expansión Cielos y fue la tarde y la mañana el día segundo. Dijo también Dios:
- Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco.
Y fue así. Dios llamó a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Dios vio que era bueno. Después dijo Dios:
- Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra y fue así. Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Dios vio que era bueno y fue la tarde y la mañana el día tercero. Dijo luego Dios:
- Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años. Sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. Las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Vio Dios que era bueno y fue la tarde y la mañana el día cuarto. Dijo Dios:
- Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
Creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Vio Dios que era bueno. Dios los bendijo, diciendo:
- Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
Fue la tarde y la mañana el día quinto. Luego dijo Dios:
- Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie.
E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Vio Dios que era bueno. Entonces dijo Dios:
- Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

Gen 1:1-26

- Una vez creado Adán, el primer hombre sobre la faz de la Tierra.
- Vio evidente su fatal e incorregible error, él podía amar a Adán con un puro y pasional sentimiento. Sin embargo este ultimo, primitivo e inculto, no podía retribuirle a su creador el amor que éste le daba, ya que su inferior poder y escaso razonamiento eran una barrera infranqueable. Tan solo podía corresponderle adorarlo con un ciego fanatismo. Lo cual no era lo que Dios esperaba, pues aquello no era verdadero amor.
- Dios pensó en destruir a Adán.
¿Pero como matar a la vida imagen de ti?
¿Cómo destruir a lo que mas amas en el mundo?
¿Cómo matarte a ti mismo sin perder lo que eres?
- Dios acepto este hecho, amo a Adán con todo su ser, aceptando gustoso lo poco que este podía ofrecerle. Sin embargo, al ser Adán a la imagen y semejanza de Dios. El hombre pronto se amo tanto a si mismo, que sin tener con quien compartir aquel amor, comenzó a sufrir lo que otrora sufriera su Creador. Al verlo así, Dios no soporto contemplar el sufrimiento de su amado y le creo una pareja. Esta vez, aprendiendo de sus errores, creo lo opuesta Adán, creo algo nuevo con ventajes y desventajas sobre el primogénito.
- Creo a la mujer, creo a Eva.
- Adán estuvo completo y fue feliz con Eva, pues por fin pudo compartir todo aquel amor que lo llevaba todo en su interior. Que olvido por un instante, tan solo por lo que dura un suspiro a su creador.
- Fue tan grande su dolor, que gracias a este hecho Dios apartado a los hombres de su lado. No pudo soportar el ser abandonado por el Ser al que mas amaba y ver como este compartía su vida con otro.
- Desde entonces Dios es frió y ciego a los problemas y pesares de los hombre.
- Tan solo un momento después (¿Qué es el tiempo, para el creador del Cosmos?) un momento en el que alejo la soberbia y bajo a la Tierra como hombre, para amar como hombre. Pero supongo sabrás que no fue muy bien recibido...

(En 29 dias cumplo 22 años)

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