miércoles, 22 de marzo de 2006

Soledad

Hay veces que me hundo tan profundo en mi propia mierda que cuesta trabajo respirar, hay veces que aquel amor romantico que se almacena en mi pecho sin modo alguno de ser desahogado lo oprime de tal manera, que produce un dolor tan fuerte, el cual barre con las fronteras del sentimiento y se transforma en algo fisico, un dolor profundo, punzante y eterno. Siempre esta ahi. Nunca se alivia. Un dolor cronico. En cualquier momento, de la nada, puedo tener un episodio, el mas ligero comentario, me hunde, me aplasta, me arrastra hasta un estado de animo de franca melancolia. Me cambia, arrebata la sonrisa de mi rostro y transforma mis labios de una delgada marca en un frio rostro.

¡Que solo me siento, siempre rodeado de tanta gente!

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