lunes, 19 de julio de 2004

Oh… Perverso vouyer

Oh… Perverso vouyer
 
Vamos, dime tu… ¿Quién eres?
Creo tener una buena idea de quien eres en mi cabeza. Creo poder develar las telarañas que cubre tus narices y verte el sonriente rostro. Tu debes de ser cada una de las personas que he tenido un mínimo de relación, de comunicación...
 
Todas aquellas locas personas, seres de verdad y fantasías con los que he tenido una relación sentimental. Todo en este mundo me afecta, cada uno de aquellos con los que me cruzado una mirada, una frase o una sonrisa me han infectado.
 
Oh… Perverso vouyer, no, no.
No es aquello que tu estas pensando en este momento, ESO, no. Porque yo, yo soy de hielo, invulnerable a tus malas artes y tu retorcida retórica. Pero le mando un fuerte “jajaja” a tu frente y a tu lógica.
 
En eso tienes razón.
Si, me creo el puto centro del mundo.
¿… y que?, tu sabes que es verdad.
¡Lo soy! Pero espera, que esto no acaba aquí, pues…
¿… y tu el tuyo no? tu puto centro, así como cada cabeza es un mundo, cada hombre es su centro. El puto centro del mundo.Claro, que si te resistes e intentas que los demás no sean un espejo, un bizarro collage de mariposas muertas, de lo que tu crees ser, a lo mejor el centro se agranda, y tú también. En esta vida no hay reflejos, lo que es, es y lo que no es, pues si… simplemente, no es. Lo que si hay, y por montones, son espejismos.

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