jueves, 23 de febrero de 2006

Desierto…

Me encuentro casi completamente rodeado con un inmenso mar de arena dorada, el pesado sol que cae imbatible sobre mis lomo me debilita segundo a segundo, el caliente viento arrastra partículas de arena que al chocar contra mi piel desnuda se sienten como mil y una lijas, por esta razón y para conservar la humedad de mi cuerpo, estoy vestido de blanco a la usanza del mundo árabe. Varias capas de tela rodean mi cuerpo. Difícilmente avanzo. El cielo cien veces azul, anda junto a mí mientras avanzo. A lo lejos puedo ver una estructura oscura, desentona con el paisaje. Casi podría decir que resalta a la vista. En un primer momento pienso que es un espejismo, no seria la primera vez que aquella horrible crueldad del destino engaña a mis sentidos y me infla con esperanza para tan solo unos pasos mas adelante abatirlas con un soplo de viento. Aun así avanzo hasta aquel lugar. Después de una docena de pasos aquella mancha negra sigue ahí, comienza a aclararse. Parece… parece… un pozo de agua. Hay alguien a su lado. Un débil sonido muy agudo llega hasta mis oídos, no lo reconozco, aun así se que sigue una melodía antigua y llena de sentimiento. Me acerco mas, ese alguien es un viejo, esta recargado en el pozo de agua y esta tocando una flauta. Cuando estoy lo suficientemente cerca le grito. Buenas tardes buen hombre, aquí hay un viajero de Dios. El viejo levanta la vista. Durante unos instantes me mira fijamente sin decir nada. Finalmente se pone en pie. Llama hacia el pueblo un nombre de mujer. Ahora veo que hay un pueblo más allá. Al poco sale una muchacha vestida de rojo, con un vestido largo, más bien etéreo que vuela con cada uno de sus pasos. Una vez que esta cerca, el viejo le dice algo en un idioma que no entiende pero suena rítmico y armonioso. Ella sonríe, me ve y anda hasta el pozo, saca un poco de agua y me la tiende para que yo beba.

1 comentario:

Luis Ricardo dijo...

Contra Marín

Mitin y marcha el próximo Domingo 26 * 11 horas * 11 sur y Reforma * Gallito del Paseo Bravo

¡YA ES TIEMPO DE HACERNOS ESCUCHAR!