lunes, 9 de julio de 2007

¡Detente!

[Imagen de Fondo: Una habitación en tinieblas, se adivina la silueta de un niño, de sexo indeterminado, durmiendo en su cama. En el extremo izquierdo una silueta masculina perfilada en el marco de una puerta. La luz proviene de su espalda evitando que sus rasgos sean visibles. Mantiene una mano en el marco de la puerta y otra en la hoja entreabierta de esta, la cabeza ligeramente inclinada a la derecha y las piernas semiabiertas.]

[Diseño del Texto: Letras blancas, sobre el fondo en tinieblas, con una caligrafía humanizada y dura.]

[Texto:]

¿Acaso has olvídalo aquella noche cuando tu padre entro por primera vez a tu cuarto? Como te despertó con delicadas caricias de sus dedos. Como te beso los parpados aun cerrados. Como te tocó ahí donde sabes que estaba mal. Como te hizo jurar que no revelaras aquel “secreto especial” entre ustedes dos. Como lloraste cuando él se fue hasta que amaneció. Como sentiste que te habías roto por dentro. Como jamás volviste a ser el mismo.

¡Detente!

Ellos no tienen porque sufrir esos abusos.

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