miércoles, 2 de febrero de 2005

Con noticias.

Con noticias.

Desde hace un buen rato ya, hay una idea que me ronda por la cabeza. De vueltas y vueltas por los diferentes rincones de mi psique, me acosa en los mas extraños momentos de soledad, como cuando estoy en el baño o apunto de ir a dormir. En si la idea es más bien básica, escribirte un correo en el que me ponga al día de lo que en mi vida a ocurrido desde nuestro ultimo encuentro.

Como datos generales he de decir que por estas fechas cuento con 22 años en mi historial de hechos, travesuras y desventuras.

Vivo junto con mi única hermana de 20 años, en la Heroica ciudad de Puebla de Zaragoza, que según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), fue nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Aquí en el edificio las historias de fantasmas son cosas de todos los días. Hay una señora que camina constantemente en tacones por las escaleras, sobre todo cuando estas están totalmente a oscuras, (el chiste para no matarse en ellas, es saber que entre cada descanso hay solo 8 escalones y contarlos mentalmente es una buena estrategia de llegar a buen resguardo el próximo descanso).

Otros ejemplos, bien pueden ser que en mi cuarto por las noches se oye una canica que cae y rueda hasta que el sonido desaparece en el umbral del oído humano (según he averiguado esto pasa cuando el espíritu sin descanso de un niño vive en un lugar); o que cuando positivamente nuestros vecinos de arriba, están fuera de la ciudad, se oye en nuestro departamento como si arrastraran por toda la casa tanto la sala, como el comedor y los muebles de blancos; o que en las ventanas se ve sombras que tanto pueden permanecer inmóviles largo tiempo a la altura del rabillo del ojo, como se pueden mueven a gran velocidad cuando uno intenta fijarlas con la vida, por no hablar de la localización altamente improbable.

Estudio la carrera de Ingeniero Ecólogo y Protección Ambiental en la UPAEP, actualmente curso mi octavo semestre en la misma, si todo sale como he planeado acabo esta por ahí del décimo.

En este momento estoy comenzando a retomar la única actividad deportiva que he hecho en los últimos años, escalada en muro artificial. Junto con dos amigos de Acapulco estamos yendo a escalar. Deporte que conocí gracias a las extravagantes costumbres de aquel “vasco de mierda” que durante todo un año, antes de la llagada de mi hermana a la ciudad, vivió conmigo.

Desde la semana pasada he estado muy enfermo.
El martes, miércoles y jueves de la semana que acaba de terminar los pasé en cama, con una altísima temperatura, sentimiento de “cuerpo cortado”, nauseas, intolerancia a los sólidos, perdidas de equilibrio, tos severa y escurrimientos nasales en abundancia. A resumidas cuentas fui un bulto. Desde entonces y hasta la fecha solo tengo fiebre esporádica y una grave irritación en la garganta que resulta en incontrolables accesos de tos. Yo casi nunca me enfermo, pero cuando lo hago, lo hago bien y no tonterías.

Hmmm…
Hoy fui de compras con mi hermana, para hacer la despensa de las próximas dos semanas y nos gastamos aproximadamente entre $1600.00 y $1700.00 pesos. Sin gran variación es más o menos el promedio de lo que siempre gastamos. Sin embargo, hoy he realizado: ¡Que ingente cantidad basura compramos!

Tengo muchos sueños y muchos planes que revolotean por aquí y por allá. Nada es seguro y todo es posible, el límite tan solo es el cielo. Para lo que va de mi futuro, en próximas fechas me gustaría irme de intercambio, (por lo menos un semestre, preferentemente un año), al otro lado del charco, mas exactamente a la tierra de Extremeñas, en la madre patria España.

Viendo el futuro a un plazo mas largo, por ahí de cuando salga de la universidad y como “pago” a los millones invertidos en mi educación. He de irme a trabajar codo a codo con mi padre en su Consultaría Ambiental, pues desde siempre ese ha sido SU gran sueño. Una vez que acabe este periodo de auto penitencia y purificación, me gustaría tomar mis cosas y coger mundo, muy posiblemente una vez más del otro lado del Atlántico. Para estos viajes mi conocimiento de la lengua tanto española como germana será de gran utilidad.

Ahora, cambian un tanto el tópico, pero siguiendo con nuestro viaje temporal, como a ciencia cierta no recuerdo, que fue el ultimo hecho meta trascendental de mi existencia del cual tuviste noticias, voy a empezar totalmente intransigentemente, desde comienzos el semestre pasado en la Universidad y de ahí “pa’ lante” hasta nuestros días.

Unos días antes de que empezaran clases a una amiga, la operaron de la columna vertebral. En si la cirugía, no era de alto riesgo, pero la zona la hacia considerable. La chica era una más, una un año más grande que yo y aunque sexosa (entiéndase por esta palabra, como aquella persona físicamente apetecible), con ningún atributo a destacar.

Así empieza el capitulo mas largo del semestre pasado. Una tórrida relación que incluyo varios meses de recuperación, innumerables tardes de películas, una que otra escapada al antro, una inmensa discusión insalvable, un periodo de abstinencia y como epilogo hace unos días, un nuevo inicio.

Su nombre Ana Margarita Montiel del Cueto.
Fémina poblana, mexicana por defecto, católica hasta casi caer en el fundamentalismo radical. De dura niñez y carácter posesivo, atrapo mi corazón y mente de tal manera como ninguna otra hasta la fecha. Eh de admitir que viví momentos de felicidad tan pura, que por unos instantes me parecía que mis ojos lagrimeaban por el tan prolongado contacto a un sentimiento de tal pureza.

Mientras esto corría el “accidente” de mi hermana vino a marcar un antes y un después, (por cierto, su cumpleaños es en unos días, mas exactamente el 8 de febrero). Las faltas a clases se hicieron cosa de todos los días, a tal extremo que termine por reprobar dos materias por no haber alcanzado el 75% de asistencias pertinente para aprobar.

Aunque mi mente hierve con diferentes ideas para otros tópicos, con los que pueda entretener tu tiempo para postergar la inminente despedida, creo que es momento de enunciarla.

Bueno, me despido.
Nos vemos. Escribe pronto.