viernes, 28 de enero de 2005

El hijo y el león pintado

Un anciano sumamente timorato tenía un solo hijo; un muchacho valiente y apasionado. Cierto día el viejo, en sueños, vio que el muchacho moría por causa del ataque de un león.

Temiendo que el sueño se hiciera realidad mandó construir una habitación enorme y encerró en ella a su hijo.

Para que el chico no se aburriera ordenó que pintaran animales en todas las paredes. Entre ellos fue pintado un león que el artista logró con tal realismo que parecía verdadero.

Pero el encierro ponía sumamente nervioso al joven. Un día fue junto al león y le gritó:

-¡Te maldigo, animal! Por culpa de tu existencia y del sueño de mi padre me veo obligado a soportar este encierro enfermante. ¿De qué manera te voy a castigar?

Y después de meditar unos minutos descargó un feroz puñetazo sobre la figura pintada en la pared para destrozarla, con tanta mala suerte que una astilla se enterró debajo de una de sus uñas produciéndole una inflamación que se convirtió en tumor y le arrebató la vida.

Asi fue como, al final y a pesar de todas las precauciones del padre, un león acabó por matar al hijo.

1 comentario:

Sandralucia dijo...

Yo siempre me he inclinadomas hacia los conventos para las hijas y el tibet para los varoncitos... pero bueno, alla tambien pueden llegar los leones.. Mejor seria enseñarles a no ponerse a los puñetasos con un leon...