miércoles, 9 de enero de 2008

Alam Iza.

Hace dos días, a través del Facebook me hice con el contacto de una niña de 27 años (dos años más grande que yo). Por lo menos unas palabras, hemos hablado todos los días desde entonces. Entre más la conozco, más... desconcertado y perplejo me encuentro. Extraño en mi, no hay palabras que me basten para describirla. Simplemente me limito a decir, que a la luz de mis ojos, desde el lugar en el que yo me encuentro parado ella es PERFECTA. Pero no es una muñeca sin vida y etérea, es un ser de carne y uso con sus problemas y sus defectos. Hace mucho escribí:

"Me gusta lo imperfecto no porque lo sea, no porque yo me proponga apreciar lo perfecto y alejarme de lo perfecto. No. Lo que sucede es que descubro que me gusta lo imperfecto cuando pienso en las cosas que me gustan y veo que casi todas son imperfectas."


Esto es justamente lo que esta mujer produce en mi. Es como si antes incluso de mi alumbramiento, aquel ser superior y omnisciente en el que, cabe aclarar, no creo. Haya sembrado la semilla que germinaría en todo aquellos por lo que yo rogué jamas. Ella para mi, excede en toda medida las características que la componen. Según el eminentemente sabio señor Don Wikipedia del Interné, dice:

"El Holismo (del griego holos que significa todo, entero, total) es la idea de que todas las propiedades de un sistema (biológico, químico, social, económico, mental, lingüístico, etc) no pueden ser determinadas o explicadas como la suma de sus componentes. El sistema completo se comporta de un modo distinto que la suma de sus partes."


La única forma de definirla es a través de una sencilla ecuación matemática que rompe con las reglas de una suma convencional y adopta el termino de holismo como justificación.

1+1+1+1=5


En los almanaques de bestiarios de la edad media sobre seres mitológicos se decía que la única persona que puede acercarse a un unicornio lo suficiente como para tocarlo es alguien que sea inmensamente bello o inmaculado, tanto por fuera como por dentro. Ella es un unicornio y temo que corra. Pero lo que me tiene aun más pasmado, es que aun no lo ha hecho. Ahora, no se que me desconcierta más, el temor a que corra e sentido contrario o el asombro de que no lo ha hecho aun.

No hay comentarios.: