Mujer divina, cáliz precioso, raro tesoro, mujer al fin. ¿Donde te escondes? ¿Que es lo que he de hacer para encontrarte? Cuando la soledad baja del cielo, y la melancolía puebla mis entrañas. La esperanza aparta el velo, pues aunque no me conozcas ya me extrañas. !Te busco en entre las estrellas¡ Le pregunto por tu a las luciérnagas. Tan solo tu luz, aun más hermosa que tú ser. Que nace del centro de ti. Con ese resplandor con la que iluminas mi vida. Que aun me es ajeno, pues todavía no te tengo. Ven a mi mí gaviota del Sur. Choca contra mi pecho como el mar contra el peñasco y quédate a mi lado hasta que la eternidad la apague.
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