Tendria por aquel entonces alrededor de 10 o 11 años, estabamos jugando un partido cualquiera en la liguilla de futbol de la escuela, cuando en un alarde de demencia por parte del entrenador, yo que era defensa por excelencia fui puesto en la delantera. Cuando el portero se dispone a hacer un despeje me mandaron tapar la intentona, sin embargo en aquel momento un inhumano terror al balon de adueño de mi y en lugar de hacer frente al despeje me acojone dandole la espalda al portero parado en un solo pie, con la buena suerte que sobre mi trasero choco el balón e impulsado por este entro en la porteria rival. Sin embargo, yo perdi el equilibrio y sin meter las manos mi rostro se estrello contra el concreto de la cancha produciendo como consecuencia 5 puntadas del doctor en turno de la sala de urgencia del hospital mas cercano.
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