Sé que tú estás ahí, detrás de aquel espejo.
Eres tú quien pinta las imágenes reflejadas con la precisión de un paloma y las malas artes de un cirujano.
Eres un voyeur que lee en braile, pareja de cartas del tiempo.
Agudizas mis entradas, amarilleas mis dientes, me añades tiramisús que yo no he probado.
Cínico y pluriempleado.
Publicista de cremas antiarrugas, escritor de dietas en dominicales, empresario de las liposucciones.
Desde hoy estás en paro.
Desafío todos tus años de amenazas veladas.
Hoy cumplo 22 años.
El tiempo me rebasa.
No reconozco a aquella persona que me mira desde el espejo.
Un apestoso y grasoso sudor rodea mi cuerpo.
Jamás en la vida volveré a beber… alcohol.
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