miércoles, 11 de agosto de 2010

Apaxtl

Apaxtl

Los Apaxtl, son seres creados en los albores de una época mítica. Crecieron y prosperaron en los Reinos-Selva del Sur del Antiguo Imperio. Poco a poco, después de la llegada de los Kithain se han convertido en una hoja afilada ansiosa por volver a hender su filo en los reinos de la carne. Estos seres, antiguos amos y maestros de la Península de Yucatán, las Selvas de Centroamerica y de los reinos marítimos olvidados del Caribe, perdieron su lugar como gobernantes hace mucho tiempo.

Los Apaxtl fueron los único de entre los Nahualmej que jamás se sometieron de forma voluntaria y cordial al yugo de los Ohuican Chaneque. Pero la rueda del destino vuelve a girar y los Apaxtl luchan por reclamar su señorío de antaño. La mayoría de los duendes, aunque se muestran desconfiadas con estos Nahualmej, suelen verlo como un reflejo gris de los viejos padres. Los Apaxtl son espíritus de la naturaleza expertos en el conocimiento vegetal y animal, pero ignorantes de todo lo que esté relacionado con la civilización.

Los Apaxtl, a través de todas sus penalidades, se han convertido en la raza más desarrollada de depredadores. Empujados por las Nieblas hacia un mundo extraño, se enfrentan a su destino con corazones de hierro y ánimos encendidos. El Talokan y Mundo Banal están situados en el borde de la Noche Eterna y los Apaxtl son los catalizadores de una nueva era. El nuevo ciclo ha hecho que la ignorancia y el miedo se adueñen de los Reinos-Selva, por lo que los reyes-bestias están dispuestos a regresar para reclamar su gloria.

Estos Nahualmej están atrapados para siempre en su salvaje forma sobrenatural. Las plantas y los animales del Mundo Banal reaccionan de forma extraña ante ellos, y las herramientas de los hombres se hacen a un lado ante las fuerzas que los gobiernan. Pero a pesar de los cambios que los Reinos-Selva han infligido sobre ellos, los Apaxtl recuerdan las glorias pasadas. Como los primeros reyes verdaderos de las selvas de Yucatán, se sienten atraídos por la poesía y el lenguaje.

No han perdido el sentimiento de amor y lealtad, pero casi siempre se trata de amor y lealtad hacia ellos mismos. Son solitarios por naturaleza y prefieren vivir en lugares del mundo alejados de la confusa mezcolanza de las ciudades. A pesar de ello, estos neófitos del Mundo Banal buscan la compañía de otros Nahualmej, de Tetonaltianis e incluso de Chichimecah. Pese a sus fieras palabras y a sus rudos juramentos, son conscientes de que la Estirpe vive en un mundo compuesto mitad de carne y mitad de sueños, un mundo que nunca llegarán a comprender por completo.

Sólo los Apaxtl más tozudos niegan que otros "Tetonaltianis" posean conocimientos que ansían. Estos son demasiado orgullosos para admitir que el Mundo Banal les ha rebasado. Estos Nahualmej suelen apoderarse de los cuerpos de los que han tenido un encuentro reciente con la muerte y así es como se convierten en verdaderos Tetonaltianis. A partir de este acto, el espíritu del Apaxtl toma forma y comienza a crecer.

Aspecto:
Ya sean machos o hembras, los Apaxtl poseen una presencia amenazadora. Altos e imponentes, se alzan como árboles despojados de hojas en la tupida selva. Poseen grandes cornamentas que cuidan con gran orgullo. Cuando no están desnudos, (algo natural en su ambiente natal), visten con sencillas ropas fabricadas con pieles de animales y adornos varios.

Los Apaxtl son portadores del caos natural y el orden ecológico. Aunque se ven a sí mismos como seres estables, el caos se desata a su alrededor, afectando las zonas que frecuentan. Sin embargo, cuando ocurre algo imposible, los Apaxtls aparecen para ayudar a los sorprendidos supervivientes. Buscan lugares en los que los poderes de la naturaleza se hayan impuesto a los de la civilización.

Conetontli: Los Apaxtl en esta Aspecto se encuentran lo más cerca posible de su sangre natural y sus instintos primitivos. Sus cornamentas son largas y afiladas y se enorgullecen de su naturaleza singular y de sus sacrificios. Las leyes (salvo sus tradiciones) no existen, a no ser que haya algo o alguien dispuesto a hacerlas cumplir. ¡Pobre del que se interponga entre un Apaxtl y el objeto de su deseo!
Telpocatl: Esta Aspecto hace que los Apaxtl establezcan una síntesis de instinto e intelecto. Poseen la paciencia, la reflexión y la persistencia necesaria para cumplir sus objetivos. Su cornamenta se alarga y ponen gran cuidado en su discurso, dotando cada palabra de significado, autoridad y gracia.
Huehue: Los Apaxtl en este Aspecto intentan ocultar algunos de sus aspectos más primitivos. Dirigen su atención a conocer cómo se hacen las cosas y cómo se organiza la gente. Las repercusiones de sus actos les persiguen, ocupando sus pensamientos.

Afinidad:
Naturaleza o Hada

Privilegios:
Hálito de Balam - Los Apaxtl han aprendido a reconocer las sendas del paisaje mutable del Tlalokan. Cada uno de estos Nahualmej se ve a sí mismo como un punto estable rodeado por olas de entropía. Alrededor de un Apaxtl "ocurren cosas": las plantas florecen en pleno invierno o mueren al cabo de minutos. No hay forma de detener el Hálito de Balam, pero el Apaxtl puede intentar controlarlo. Para afectar los objetos del Tlalokan, el Nahualmej debe gastar un punto de Tonal y lanzar su Tonal actual (dificultad ocho). Un éxito indica que el Apaxtl ha invocado el Hálito de Balam sobre una zona.

Los efectos varían desde el más pequeño (1 éxito, las orejas de un pooka crecen algo más, las hojas cambian de color) pasando por el más extraño (5 éxitos, aparecen enjambres de insectos o roedores quiméricos) hasta el verdaderamente terrorífico (5 éxitos, las Nieblas descienden en la zona circundante). El efecto de este Privilegio dura hasta que el Apaxtl abandona la zona o un minuto por cada éxito (lo que sea menor). La fuerza y la duración del efecto no se acumulan con los usos sucesivos de este Privilegio. Los Apaxtl carecen de control directo sobre un efecto específico, esto depende del Narrador. El jugador puede realizar sugerencias que el Narrador puede adaptar.

Si el Apaxtl gasta puntos adicionales de Tonal puede trasladar los cambios al Mundo Banal. Esto se consigue mediante una tirada de Tonal contra la Banalidad de la zona. El número de éxitos determina la importancia del efecto. En este caso, las consecuencias fluctúan desde una pequeña molestia (los coches no arrancan), pasando por cosas que ponen los pelos de punta (cae granizo de un cielo sin nubes) hasta lo realmente terrorífico (una gran tormenta aparece en un día soleado).
Inmunidad - Los Apaxtl son inmunes a los efectos de todos los venenos y enfermedades.

Flaquezas
El Afán de Tlacóatl: Cada Apaxtl posee unos hábitos dietéticos especiales que suelen tener relación (aunque no siempre) con sus Legados debe comer cierto tipo de alimento crudo una vez a la semana, ya se trate de peces recién pescados, carroña, raíces de roble o agua de lluvia. Aunque puede alimentarse de otras cosas, debe tomar esta clase de comida para continuar existiendo. Si no puede acceder a ella pierde un punto de Resistencia por cada día que pase tras la primera semana. Además, debe realizar una tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad 7) para resistir el impulso de devorar la primera fuente de este alimento que encuentre. Cuando su Resistencia llega a 1, comienza a perder un nivel de Salud por día; en este estado hará todo lo posible para conseguir lo que necesita, llegando a robar a su jefe o asaltar a sus compañeros. Si su salud llega a Incapacitado, muere.

Cita:
"¿El Quinto Sol está muriendo ya? ¿El Cielo se parte y la Tierra se abre bajo tus pies? El momento del fin aun no es para ti, pequeña raza. Abandona tu insignificante reino y ven a resguardarte a mi lado, que yo protegeré bajo mi cornamenta, mis manos te alimentarán y te enseñaré a sobrevivir al Largo Invierno".

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