miércoles, 13 de junio de 2007

El Amuleto

El Amuleto

El amuleto viene del latín amuletum que Plinio emplea para designar un objeto que preserva a las personas de las enfermedades, que es una sustancia médica y que actúa directa o indirectamente. Hay siempre un sentido profiláctico en esta palabra, profilaxis médica y profilaxis mágica, puesto que durante largo tiempo maleficio significa enfermedad.

El amuleto a menudo toma su sustancia del mundo animal o vegetal: elefante, escarabajo, hoja, etc… En este mismo sentido, pero de valor inferior, entrarían los fetiches(1) (...) cuyo rol de protección es análogo. El fetiche negro, australiano o indio, se compone bien de polvo, hierbas secas, partes de cuerpos de animales a los que se atribuye una virtud de protección por tradición o encantamiento, bien por una grosera figuración en madera, tierra o metal de un dios protector de la tribu o de la región. (...)

Es ciertamente imposible separar la magia de la profilaxis médica en la mentalidad primitiva. La suerte, la enfermedad, la medicina, el brujo, pertenecen a un mismo plano; la muerte es un maleficio que ha triunfado. Los Bassoutos emplean una misma palabra para expresar la enfermedad y la muerte; para decir que les duele la cabeza, ellos dicen que son devorados por la cabeza; la idea expresa algo malvado que los roe. La enfermedad, la muerte, son encantamientos.

(...) Tal vez parezca útil, de cara a la claridad de exposición, separar los amuletos propiamente dichos, cuya función es proteger contra la desgracia o descartar una influencia maligna, de los hechizos (medicinas) que procuran una cierta ventaja, o de manera general suerte y dicha. De hecho, esta distinción es difícil de mantener. Los observadores cuyos escritos son nuestra única fuente de información a menudo no han pensado en ello, o no lo observan rigurosamente. La mayoría dan a la palabra amuleto un sentido muy elástico, tan pronto muy estrecho, designando propiamente una protección, como muy amplio expresando indiferentemente ya una defensa, ya una ayuda positiva para lograr un objetivo determinado, o para ser feliz, de una manera general….

Y L.Lévy-Bruhl añade que “el primitivo está inclinado a no distinguir entre la gracia y la ausencia de desgracia, desde lo cual el tema a tratar no está estrictamente definido”.

Mediante el amuleto, el doctor, el hombre medicina, opone la fuerza mística de este rito figurado a la fuerza mística del otro rito maléfico conocido o desconocido. “Los amuletos, al menos en su origen, son vehículos de fuerzas místicas que provienen del mundo sobrenatural”.

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NOTAS:
(1) Esta palabra viene del portugués fetiço, "hecho a mano", o faticeira, bruja.
[ N.T. : Comparable en cualquier caso con hechizo y hechicera en español, y fetilleria y fetillera del catalán ].

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