lunes, 29 de junio de 2009
Estoy solo...
Estoy solo... y toda la culpa es mía. Ante el tribunal des Destino, puedo presentar como pruebas atenuantes el que las circunstancias que integran el patrón del lienzo que es mi vida, no son las mejores. Pero el destino, el verdadero futuro, lo que nos aguarda a la vuelta de la siguiente esquina, lo construimos cada uno de nosotros, con cada grande o pequeño, invaluable o insignificante acto de nuestras vidas. Estoy solo... y toda la culpa es mía.
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