Llenos de planes dejamos que la tarde de escapara por entre nuestros dedos. Fuimos caminando hasta Insurgente y una vez ahí exploramos algún lugar en el cual poder comer algo. Después de algunas aventuras chuscas, que no vienen al caso, elegimos Chili's para comer. Rodrigo y mi hna pidieron una ensalada entre los dos, que ninguno se acabó y yo un Pita de arrachera, que aunque buena nada del otro mundo. En vez de seguir vagando, por consejo de mi hna regresamos al departamento y tomamos una pequeña siesta.
Cuando nos despertamos, primero mi hna, despues Rodrigo y finalmente yo nos bañamos y nos alistamos para salir en la noche. A lo largo del día los planes variaron y mutaron varias veces. Desde ir a un bar Gay (Rodrigo es gay) a uno Buga a una fiesta privada. Finalmente el que para ir a esta hubiera un auto que nos llevara y mas de nosotros tres por compañía, nos convenció.
El lugar estaba... decente. Había un DJ, había mucho alcohol a disposición del que se pusiera de pie y se sirviera. Después llegaron los Mariachis a cantar y la cosa estaba relativamente bien, si no fuera porque hacia un frió que te cagabas. Tanto Rodrigo como yo estábamos titiritando del frió. Así que despues de diez mil ruegos, quejas y reclamos conseguimos que nos sacaran de aquel lugar y fuéramos a cenar algo.
Finalmente despues de dar millones de vueltas buscando algún lugar abierto, terminamos en unos tacos. Al parecer le cayeron mal a Rodrigo, porque no habían pasado ni 15 minutos cuando ya los estaba vomitando sobre una alcantarilla despues de que hizo parar el carro. Nadie estaba realmente afectado por el alcohol, pero aquello aniquilo lo que quedaba de la noche. Cada uno se fue pa' su casa y a dormir.
Cuando nos despertamos, primero mi hna, despues Rodrigo y finalmente yo nos bañamos y nos alistamos para salir en la noche. A lo largo del día los planes variaron y mutaron varias veces. Desde ir a un bar Gay (Rodrigo es gay) a uno Buga a una fiesta privada. Finalmente el que para ir a esta hubiera un auto que nos llevara y mas de nosotros tres por compañía, nos convenció.
El lugar estaba... decente. Había un DJ, había mucho alcohol a disposición del que se pusiera de pie y se sirviera. Después llegaron los Mariachis a cantar y la cosa estaba relativamente bien, si no fuera porque hacia un frió que te cagabas. Tanto Rodrigo como yo estábamos titiritando del frió. Así que despues de diez mil ruegos, quejas y reclamos conseguimos que nos sacaran de aquel lugar y fuéramos a cenar algo.
Finalmente despues de dar millones de vueltas buscando algún lugar abierto, terminamos en unos tacos. Al parecer le cayeron mal a Rodrigo, porque no habían pasado ni 15 minutos cuando ya los estaba vomitando sobre una alcantarilla despues de que hizo parar el carro. Nadie estaba realmente afectado por el alcohol, pero aquello aniquilo lo que quedaba de la noche. Cada uno se fue pa' su casa y a dormir.
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